sábado, 6 de diciembre de 2014



La navidad es un momento de fiesta. En ese sentido, no importa mucho cuál es nuestra creencia religiosa o si le damos o no importancia a las tradiciones. El tiempo que se corresponde con la navidad es una invasión visual de escenografías, sonidos y aromas que nos invitan permanentemente a sumarnos a la celebración. Entonces se habla del "Espíritu navideño". Podría decir lo que muchos están esperando, que el espíritu navideño tiene que ver con dar a los otros lo mejor de nosotros mismos o que es un momento propicio para perdonar y dejarse perdonar y cosas así. Pero no creo eso ahora.
Siento que la navidad es un momento de celebración de la vida. De balance y agradecimiento. Porque si estamos vivos, es porque aún vale la pena expresar nuestra gratitud y regocijo.



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